Esperanza para las Madres

 

    El pasado lunes, la OMS levantó la alerta sobre COVID, es decir ya no es una emergencia sanitaria de alcance internacional.

     Por lo cuál  estaba escuchando al periodista quién habla de esta nota, lanzó una pregunta , de lo vivido y  observado durante la pandemia ¿Qué imagen le impacto?, ciertamente muchos eventos, momentos, e imágenes llegan a mi mente, en especial las ciudades grandes como New York, Paris, Madrid desoladas. Esto me hizo reflexionar ¿Por qué Madres Unidas?, ¿Qué me ha impactado?, ¿Qué me hizo amar este ministerio? Y con firmeza y claridad puedo mencionar dos puntos:

    El primero tener un corazón para escuchar : Escuché  a la coordinadora de Costa Rica que mencionaba que debemos  orar reconociendo a Dios por sus atributos, carácter y nombre , empleando un versículo, eso fue nuevo, y me encantó, me hizo conocer a Dios en las escrituras, y no había sido enseñada de esa manera.

    Lo segundo era la necesidad de orar por las generaciones:  por mis hijos, los cuales tienen 14 años de diferencia entre ellos. Las escrituras tenían las palabras que mi corazón no sabía cómo expresar y con ellas me aferré para orar por ellos.

   Ahora podía ver que la palabra de Dios ahora tenía un sentido especial  para mí y podía orar por mis hijos con ella. Cuánto consuelo, cuánta esperanza, subrayé una porción de la palabra y dibuje una montaña junto al versículo en mi Biblia con el nombre de mis hijos. El salmo 33:11 “El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”. Y de repente me encontré orando por las generaciones de mis hijos.

    Madres Unidas para Orar es un Ministerio que permite que las generaciones de mis hijos conozcan de un Dios Maravilloso, Bueno, Santo, Creador, Poderoso, Suficiente … y la lista no acaba, Él tiene la respuesta para las preguntas, los dilemas, las dudas que mis hijos puedan experimentar.

    Señor inquieta a las madres, tías, abuelitas, maestras a clamar por las generaciones, que comprendan y atiendan el llamado, abre nuestro corazón y entendimiento al llamado que nos haces en Deuteronomio “que las palabras que yo te mando HOY, estarán sobre sus corazones: y las repitan a tus hijos y hablen de ellas estando en sus casas, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las ataras como una señal en sus manos y estarán como frontales entre sus ojos; y las escribamos en los postes de nuestras casas y en sus puertas” Deuteronomio 6:6-9.

 Con amor Laura Ramírez